Soplo dentro de una taza de café mientras miro por la ventana
las ventanas de mi barrio están llenas de luces de colores
parpadeantes
incansables...
El autobús llega tarde y hace frío
El hombre de mi vida no supo encontrar el camino a casa
Y ya ni Faith Hill me consuela
He aprendido a mentir demasiado deprisa
Ya casi no me tiembla la voz
Vuelvo a mirar por la ventana y todo sigue igual
Las mimas luces, las mismas calles, la misma gente
Tengo un alarido ahogado en la garganta
Pero todo va bien
4 comentarios:
Parece que me estuvieras describiendo en una tarde del pasado invierno, mientras esperaba a que el hombre que había elegido para pasar el resto de mi vida regresara. Menos mal que el tiempo va curando las heridas.
Un beso.
A quién se le ocurre pedir pizza en un día así! Es normal que al pobre pizzero le cueste llegar a tu casa con tanta luz, frío y descontrol. Ahora sí, yo también querría gritar. El hambre insatisfecha nos animaliza, sin duda.
Bueno, señorita, agradezco sus inmerecidas bonitas palabras y la animo a que me siga cotilleando lo justo como para que no lo considere un atentado contra mi intimidad.
Besos y feliz año nuevo!
FAITH HILL? EL FUMBOLISTA
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