sábado, 10 de abril de 2010

Tu voz me revuelve las telerañas
y alardea sin reparo de todas y cada una
de las sonrisas que sin querer ganaron  la batalla
de todas las lágrimas
de los latidos y los sentidos.

Mis recuerdos se alegran de verte
como si nunca te hubieras ido
mi cama conserva todavia tu calor
mi piel tu olor
y mis besos tu nombre
ausente y pequeño

Tu risa desordena mis cajones
y la luz del pasillo quedó encendida
me llamas y tiemblo
y apagas el frío, solo un segundo
el que tardas en colgar
en el que me vuelvo a quedar sola
hasta que me vuelvas a echar de menos
y las calles de madrid o un escaparate
te susurren mi nombre al oido
como un leve rumor.