martes, 10 de febrero de 2009

Yo te enseñe la nieve y el tono mas agudo de mi risa
hasta te enseñe lo que habia en el tercer cajón de mi mesilla
el que tiene la pegatina de la flor
el que nunca abro porque está lleno de secretos y de mentiras que conté y que ni yo misma me crei
Te enseñe lo que pesan los sueños
y ha manipular el reloj para vaya marcha atras
te enseñe lo que pasa cuando te vas y no me avisas
Pero ahora que lo pienso creo que no te di mi dirección
ni mi teléfono ni nada
Que cabeza la mia!
Y aun asi sigo esperando que vuelvas...

4 comentarios:

Queiles dijo...

Todo lo enseñado se transforma ahora en el silencio de la espera.
Me agrada este rincón tuyo asi que vendré a verte si lo permites.
besos

Paseando por tu nube dijo...

Le enseñaste lo mas importante de tí y eso crea camino. Seguro que si te supo escuchar, te encuentra.
Una belleza de poema.
Un beso

MSalieri dijo...

Eso te pasa por hablar con extraños... y con dos copas de más. ;)

Samuel dijo...

En esta posada cada vez hay menos fracasos. Buen texto. Nos leemos!