martes, 27 de noviembre de 2007

Serán las horas sin dormir que avivan mis neuronas y me aclaran las ideas
Será que he aprendido a saber que no todo esta perdido
Y saber que la única lucha que se pierde es la que se abandona
Saber que también a Ulises le dijeron que no volveria a Itaca y al final de la historia duerme en brazos de Penélope.
Alguien me dijo el otro día lo injusto que le parecia que el amor de tu vida llegara tarde a lo que yo respondí que no era el amor el que había llegado tarde a mi sino que era yo la que había llegado tarde.
Ismael dice que los amores cobardes no llegan ni amores ni a historias, se quedan ahí, ni el recuerdo los puede salvar, pero se le olvido decirme lo que pasaba cuando aún después de planear un declaración rotunda de intenciones lo unico que recibes a cambio es la mofa e indiferencia del destinatario, normal.
Corin Tellado no escribe sus apasionadas historias de amor con pechos turgentes incluidos basadas en hechos reales, o quizás si, el problema debe estar en que yo no vivo al sur de nueva inglaterra que es donde pasan estas cosas e incluso a veces en Manhattan, pero esos los menos,
aunque pensandolo bien, casi que me da hasta igual, si lo divertio está en la busqueda, el final me sigue dando miedo.

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